11 octubre, 2007
Tanis huye, de nuevo...(V)
⇒ Reseña: Historias , Tanis , Y no tanto |
No puedo creerlo... nos persiguen. Debe haberse despertado el gladiador, porque la yegua dilata sus ollares, olfateando un olor conocido, haciendo requiebros en un intento de dar la vuelta.
No hay mejor jinete que una Amazona. Conozco las mentes de los animales... le susurro su recompena, con caricias en los belfos. Y salimos disparadas hacia la Libertad.
Las promesas y el viento de cara, recuperan nuestros cuerpos y mentes. Los sonidos de cascos se amortigüan tras la Amazona y su montura. Palpo el carcaj sobre mi costado... sus flechas vuelan lejos... está loco el gladiador: he huído. Nadie me dará alcance... viva.
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Se porta bien.. apenas una ligera presión con mis talones en sus costados y se ha convertido en un cuchillo contra el viento... Vuelve a olisquear el aire y su piafar llena el aire, mientra clava sus cascos en la hierba... los ha presentido.Pero antes de verlos ya sé que habrá lucha, no es posible escapar en campo abiero. Y son demasiados. Nos acorralarán.
Mientras fijo mi mirada en las siluetas de los legionarios que se acercan, los equites aprecen desde nuestra izquiera, gritando como demonios... salvajes, empujándose entre ellos, enmedio de grandes carcajadas. Les costará caro, y en ningún caso tendrán un juguete.
Es inútil cansar más a mi montura... la hago gira hacia los legionarios que portan flechas y comienzo a asaetearlos, uno tras otro... de lado sobre mi montura, para poder vigilar los dos frentes, Apunto con rapidez al tórax y el cuello de los équites, ahogando sus gritos triunfales en sangre.
Los legionarios aprecen,como moscas sobre un pastel... no quedan équites en sus monturas... apenas me quedan flechas, debo reservar una para mí, si fuere necesario.
Y un nuevo combatiente aparece: es el gladiador, que nos ha dado alcance... ¿No trae armas?... más le vale ser rápido y mortífero de miembros.,..
Mientras se acerca y los legionarios dividen sus presas, ahorro flechas y me defiendo con los puños y los pies... hacen caer mi montura, y he de ser rápida para protegerme del aplastamiento del animal, que ha caído sobre su asesino.
Estoy libre...
El gladiador lucha con los puños desnudos... pero termina por caer y la espada del último legionario está a punto de llevarse su cuello....
Podría terminar fácilmente... con los dos: esperar a que el legionario termine con él... luego mi flecha pondría fín a la vida del último superviviente...
Una vida por otra... salvó la mía, aún a mi pesar...
Y sale rápida la flecha del carcaj, silbando atravesando la garganta del legionario. Su espada acompaña al cuerpo, muerto antes de tocar la tierra...
Y el gladiador me mira, aturdido, incrédulo...
Unos segundos prendidas las miradas... no me acerco... extraigo mis flechas de los cadáveres, y le doy la espalda ...en busca de un caballo romano, con el que poder proseguir mi huída...
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