06 abril, 2007
¡Loados sean los dioses!
⇒ Reseña: El Club , Tipos |
... porque sólo ellos son omniscientes, omnipresentes...
Y sí: viven entre nosotros (miserables mortales). Aunque revestidos de carne humana... por aquéllo de no deslumbrarnos demasiado con su brillo inmortal.
Les reconocemos fácilmente por sus comentarios:
.-" Está mal hecho". "No tienes ni idea". "Tú no sabes"
Seres "divinos" que todo lo saben- y lo saben mejor que nadie- y... cuando no se está con ellos, "necesariamente" es en contra.
Entidades pseudo-angélicas, infalibles, afortunadas por llevar"siempre" razón, en cuanto hacen y dicen... pobres de nosotros, tan humanos y errados... huerfanitos de cerebro....
Jueces proto-divinos que nos juzgan sin descanso como mejor les sale de la toga: éste es un susceptible, aquél es un irresponsable, el otro ésto, aquél lo otro...
Porque... los Inmortales no tienen...
Espejos.
Oye: y qué pena que siempre van a dar con quien no se atreve a responderles en las mismas: "pues tú eres una birria como Juez y como Ente Superior... que te lo has creído... ¿no será que... cojeas del mismo pie que acusas? ¿eh?"
Y si en las relaciones habituales, no ya siquiera de amistad, estas cosas pasan a menudo (¡y en el cyber-espacio, ni te cuento!)... qué peligroso resulta a a hora de destrozar una relación amorosa.
Y es que, para empezar, no se trata de tener que decir "Amén" a lo que hace el otro, bien, mal o regular. Sino de hacerlo con tacto:
No es lo mismo decir "qué mal", que decir "si ajustas por aquí, entonces ¡perfecto!"
Como decía aquél.... un poquito de por favor...
Que ninguno nacimos sabiendo... y ninguno de nosotros está libre de defectos.
Quien se empeña en achantar y denigrar al otro a base de que no "sirve para nada"... probablemente tenga un complejo como una catedral... que paga el otro.
|Sin
Dejar un comentario