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Aquí se centran todos los consejos que nadie pueda dar acerca de la educación de nuestra sociedad. Y en su ausencia, precisamente, encontramos la respuesta a la mitad de las atrocidades que el ser humano comete a diario.

Vivimos la cultura del egoísmo, el imperio del narcisismo, la magia negra de la invisibilidad del otro... luego, no podemos quejarnos si no actuamos, y pronto.

Las nuevas modas, gritadas a pleno pulmón por los gurús del "dum vivimus, vivamus" prescindiendo de las necesidades de los demás, nos traen estas consecencias del "quítate tú para ponerme yo".

Bajo el imperio del egoísmo nadie ve más allá de la satisfacción de sus más inminentes deseos, dejando sólo la mente y la razón abiertas a la consecución maquiavélica de los mismo: cueste lo que cueste, y pese a quien pese.

En el terreno de la economía mundial se ve claramente que aumenta el número de ricos, mientras que los pobres son cada vez más numerosos y necesitados: Hace cien años nadie podría creer que pudiera crearse una gran fortuna en menos de una generación... y, ahora, antes de la edad de jubilación, una persona puede hacer que sus hijos vivan sin trabajar... y sus nietos y bisnietos...
Creo que eso sólo se puede conseguir a base de... pisar cabezas.
Y de otras artimañas oscuras y fraudulentas derivadas del tráfico de cualquier cosa ilícita.

En cualquier caso... perjudicando a los demás: en su salud o sus bienes.

Y todos estos nuevos gurús son adorados, ensalzados, imitados... por gente que más parece provenir de un rebaño lanar que de la especie humana... pues no parece sino que el cerebro les sirva de relleno del cráneo y poco más.

Ellos imponen las normas de nuestra sociedad; ellos deciden cómo y cuándo aplicarlas... en una suerte de juego injusto que saben siempre ganarán, al cambiar las reglas a su capricho.

Ellos son quienes deciden que la ética de cualquier religión no es válida para una sociedad que, porque ellos así lo deciden, debe ser laica. Son quienes deciden que debemos tolerar hasta lo intolerable y dejar pasar lo que debería ser reprimido.

Y así estamos:

.- etarras en la calle, mientras el pobre que roba una gallina para alimentar a los suyos es enviado a la cárcel.

.- Construcciones faraónicamente privadas junto a chabolas que no resisten ni el soplido del lobo de los tres cerditos.

.- Subidas de sueldo anuales y escandalosas para los políticos, mientras se retienen en la renta las pensiones de las viudas y las hipotecas no dejan de subir y ahogar a las familias, cuyos sueldos no saben lo que es una subida desde que entraron en el mercado de trabajo.

.- Resoluciones judiciales que "premian" al cónyuge que abandona a otro tras treinta años de dedicación exclusiva al hogar... y se ven en la calle con sesenta años y sin sustento alguno.

.- Bebés fallecidos en un cubo de basura, porque a la madre no se "ocurrió" darlo en adopción.

.- Ancianos abandonados por sus hijos y nietos, que bastante tienen con sus vidas como para echarse otras "cargas"...

Etc...

Y nada de ésto pasaría si recuperásemos valores como la cortesía, la educación, el respeto... el actuar sin dañar a los demás y hacernos responsables de las consecuencias de nuestros propios actos y decisiones. El agradecimiento a quienes nos han cuidado y hecho crecer...

En suma: debemos empezar a inculcar a nuestros hijos, que la vida no es sólo "quiero ésto y aquéllo"... que no es más feliz quien más tiene. Y que, al final, no merece la pena conseguir cosas si para ello ha de causarse daño a los demás.

Porque no vivimos solos... porque cada uno de quienes nos rodean es otro como nosotros... no un "mueble" que se ha dejado ahí por una razón que ni nos interesa.

El Hombre debe dejar de ser invisible para el hombre...

Si no es así, seguirá creciendo el rencor de los pisoteados... las generaciones futuras crecerán envenenadas y generarán más rencor.

Y el rencor es la quintaesencia de la violencia.